¡CELEBRAMOS CON ALEGRÍA Y UNA ENORME SATISFACCIÓN NUESTRO DÍA!
Debemos sentirnos orgullos de ser QUÍMICOS FARMACÉUTICOS, ya que nuestra loable profesión impacta directa o indirectamente para beneficiar distintas áreas de la salud de los salvadoreños, iniciando desde que se identifica un componente con potencial terapéutico en la naturaleza, incluyendo su desarrollo, investigación, producción, control y aseguramiento de calidad, distribución, hasta que es dispensado al paciente para prevenir, palear o tratar una enfermedad.
Lic. Jacqueline Rosa nos comparte esta importante reflexión: “Ser Químico Farmacéutico es una compleja estructura, para la cual se deben poseer muchas destrezas, y la frontera de tus oportunidades depende de tu imaginación y el alcance de tus sueños, desde el diseño de una molécula involucrando todos los pasos necesarios del desarrollo de un producto ya sea medicamento, cosmético, higiénico, dispositivo, alimento, etc. Pasando por todos los departamentos: control de calidad, producción, asuntos regulatorios, visita médica, hasta la dispensación. Manejando conceptos como fármaco, cosmeto o tecnovigilancia, atención farmacéutica, microbiología, nanomoléculas, registro sanitario, establecimientos farmacéuticos, etc. El Químico Farmaceutico se convierte en el motor vital que mueve la maquinaria completa para de la mano con las demás profesiones de salud se lleve una atención integral al paciente. Así que desde cualquier trinchera que te desarrolles, siéntete orgulloso de ser Químicos Farmacéutico”.
En este sentido, nuestro apreciado colega, Lic. Francisco Funes, también escritor de la letra de la famosa canción “Hacer Nuestro el Universo”, ha logrado resumir algunos de los tantos campos de actuación de nuestra profesión así como mostrar la trascendencia del quehacer de nuestro gremio, a través del siguiente poema escrito en honor a los químicos farmacéuticos de El Salvador.
Disfrutemos de este homenaje: