DECALOGO DEL FARMACEUTICO
I. ESTUDIA: La farmacopea se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos serás cada día un poco menos farmacéutico.
II. TRABAJA: La farmacopea es una ardua, fatiga puesta al servicio de la medicina.
III. TEN PACIENCIA: Ten paciencia al dosificar tus formulas. El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.
IV. LOGRA: Logra y ejecuta con nobleza y precisión todas las mezclas químicas que requieran las infusiones de los enfermos que te indiquen composiciones químicas.
V. GUARDA: Guarda secreto de todo lo que oigas o veas y no sea preciso que se divulgue sea o no del dominio de tu profesión.
VI. TRIBUTA: Tributa a tus profesores de farmacia el mismo respeto que a los autores de tus días.
VII. ESTABLECE: Establece el régimen de los enfermos en cuanto a las composiciones farmacéuticas se refiere, de la manera que les sea más provechosa.
VIII. NO ACCEDAS: No accedas a pretensiones que se dirijan a la administración de venenos, ni induzcas a nadie sugestiones de tal especie.
IX. EJERCE: Ejerce tu profesión con inocencia y pureza, dejando las demás especialidades para los que se dediquen a practicarlas.
X. AMA A TU PROFESIÓN: Trata de considerar la farmacopea de tal manera que el día que tu hijo te pida consejo sobre su destino consideres un honor para ti el proponerle que se haga farmacéutico.