Resveratrol
Por: Lic. María Angélica Rivera de Linton
El resveratrol es un tipo de fenol natural llamado estilbenoide. Su nombre químico es 3,5,4-trihidroxi-trans-estilbeno. Es producido naturalmente por varias plantas en respuesta a una lesión o cuando la planta está bajo el ataque de patógenos, tales como bacterias u hongos. Las fuentes alimentarias de resveratrol incluyen la cáscara de las uvas, arándanos, frambuesas, cacahuates y moras.
En el 2003, David Sinclair de la Escuela de Medicina de Harvard informó en la revista Nature que el resveratrol era un activador de las proteínas llamadas sirtuinas presentes en la levadura. Las sirtuinas han sido implicadas en influir en una amplia gama de procesos celulares como el envejecimiento, la transcripción, apoptosis, inflamación y la resistencia a la tensión, así como la eficiencia energética y el estado de alerta durante situaciones de bajas calorías. Su descubrimiento fue seguido por el lanzamiento de Sirtris, una compañía biotecnológica. Mientras que los efectos farmacológicos de resveratrol no resultaron ser comercialmente viables, la investigación de Sirtris condujo al desarrollo de otros tipos de activadores de las sirtuinas. La cobertura por las noticias y otros medios de comunicación produjo un aumento en la venta de suplementos dietéticos en el año del 2006, a pesar de que los estudios advertían que los beneficios para los seres humanos no habían sido comprobados.
Una forma de administración de resveratrol en humanos es la bucal, sin embargo esta molécula tiene una baja solubilidad en agua y por lo tanto su absorción por la mucosa es muy baja, además, adolece de un extenso metabolismo en el hígado y los pulmones. Para lograr concentraciones significativas en plasma sería necesario administrar al menos 250 mg de resveratrol tomadas en forma de píldora. Cabe mencionar que en el 2010, GlaxoSmithKline (GSK) suspendió un pequeño ensayo clínico de SRT501, una forma patentada de resveratrol, por cuestiones de seguridad, y se terminó el estudio ese mismo año.
Existe una hipótesis de que el resveratrol del vino podría tener mayor biodisponibilidad que el resveratrol de una píldora. La bebida moderada de vino tinto se asocia con un menor riesgo de enfermedades del corazón. Esta creencia es más conocida como “la paradoja francesa”. Los estudios sugieren que el resveratrol del vino tinto podría desempeñar un papel importante en este fenómeno. Al parecer estimula la actividad endotelial de la sintasa del óxido nítrico (eNOS) inhibiendo la agregación plaquetaria. Sin embargo en el 2016 no hay pruebas científicas contundentes del beneficio de resveratrol administrado como suplemento dietético, en cáncer, condiciones cardiacas y para prolongar la vida de los seres humanos.